Solo la virtud hará feliz a un hombre

Ludwig van Beethoven en su testamento de Heiligenstadt señala dentro de muchas cosas una verdad relativa, una frase recomendando a propiciar la virtud en nuestros hijos, pues ella sería la que les diera felicidad. La cuestión es más sencilla de entender si examinamos su caso. Con una enfermedad que aqueja al organismo, y mientras afecta al sentido mas utilizado por un músico –el oído- sumando las constantes problemáticas en lo material que tenía que resolver, Ludovico van Beethoven se sentía con ganas de desaparecer como lo han hecho muchas personas por algo menos que ello. ¿Pero qué cuestión o inspiración maravillosa impulsaba a este hombre para seguir viviendo y, más que eso, para seguir componiendo?
 La música y todo aquello que de ella sacaba, pues la música expresa lo que para él era su inspiración. Magnífica forma de decir: “Hacer felices a otros hombre; no hay nada mejor ni más bello”, “tal vez sirva de consuelo a los desgraciados saber que uno como ellos, a pesar de todos los obstáculos de la naturaleza, hizo todo lo que estaba en su poder para ser aceptado entre los artistas y hombres dignos”, magnífica la manera de expresar sus ideas en notas de cornos, fagotes, violines, contrabajos, trompetas, clarinetes flautas y casi al final la voz humana quien daría en su novena la intención ultima de su música. Con una Oda a la Alegría compartida por el escritor Friedrich Schiller eleva su intención hacia nosotros los seres que amó desde siempre, admirando nuestra naturaleza y diciendo que debemos sentirnos como él para con los otros, compartiendo así el amor fraternal que todos poseemos es su medida personal. Esta virtud de poder expresar tales sentimientos y llevar su comunicación sensible más allá de lo habitual, me hace creer que solamente la virtud puede hacernos felices. Descubrir nuestra virtud y trabajar en ello nos recomienda al señalar también que “el genio se compone del dos por ciento de talento y del noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación”, sabias palabras de un romántico -considerado personalmente por este diletante- amante de la humanidad. Mientras intento descubrir mi talento y en la medida de lo posible compartirlo, pongo en esta oportunidad este tema para ser debatido sanamente y con mucho respeto al músico y, más que ello, al “gran hombre” llamado Beethoven.

http://www.lvbeethoven.com/Bio/LvBeethoven-Testamento-Heiligenstadt.html